LA HISTORIA DEL POLLO A LA BRASA EN EL PERU
“Nuestra razón de ser y hacer felices a nuestros invitados; sabroso, incomparable e irresistible platillo que con sus ingredientes secretos ha conquistado el corazón y el paladar. Si lo quieres solo para ti, saboréalo con pasión en su versión personal”.

Y asi, con una breve introduccion a nuestra polleria queremos darles a conocer la breve historia de los pollos a
la brasa a lo largo del tiempo y que ha tenido un buena tradición de parte del exigente paladar peruano. Los orígenes de la receta de este plato en Perú señalan al pueblo de Santa Clara en el distrito de Ate durante los años 1950 con un
inmigrante suizo llamado Roger Schuler que quien se dedicó a la crianza de pollos en un inicio y que luego de no tener un prospero negocio se percato del potencial industrial que tenia colocarlos a la brasa y se le ocurrió una gran idea al ver a su cocinera asando un sistema de giro controlado en mayores cantidades.
DIA DEL POLLO
A LA BRASA
Decretado por
el Gobierno, con la finalidad de rendir un homenaje a este popular plato de la
gastronomía peruana y fomentar su consumo en el ámbito nacional e
internacional. Reconocido en
el año 2004 como “especialidad culinaria peruana” por el entonces Instituto
Nacional de Cultura (INC).
Este
tradicional plato de la gastronomía peruana consiste en carne de pollo
eviscerada, aderezada y cocida a las brasas en un horno especial que hace girar
al ave sobre su propio eje, recibiendo uniformemente el potente calor.
Si bien en
pollerías y hogares se utilizan hornos que funcionan con carbón, leña o
gas, el más tradicional para preparar este plato es el horno de leña.
El aderezo del pollo a la brasa incluye sal, pimienta, sillao, comino, ají
panca, huacatay, entre otros ingredientes.
Usualmente
esta comida se acompaña con papas fritas y ensalada de lechuga y tomate, además
de una variedad de salsas y cremas que cada comensal se sirve a su gusto.
Según la Asociación Peruana de Avicultura (APA), más del 50% de peruanos que comen fuera de casa prefiere acudir a las pollerías, por encima de las cubicherías y los centros de comida rápida y las chifas (restaurantes de comida oriental).
En su versión
original, el pollo era cocido en las brasas de carbón, sazonado solo con sal y
servido con papas fritas. Su consumo con las manos completaba el ritual de
comer un delicioso pollo a la brasa.
En el año
2010, se instituyó el tercer domingo de julio como el Día del Pollo a la Brasa,
no solo para promover su consumo en el país, sino por la preferencia e
importancia que tiene este plato dentro de la demanda gastronómica de la
población peruana.
IMPACTO
SOCIOCULTURAL
El pollo a la
brasa es un icono cultural peruano. El Instituto Nacional de Cultura del
Perúu, mediante resolución directoral, reconoció al pollo a la brasa
como «Patrimonio Cultural de la Nación». En el Perú se ha establecido el cuarto
domingo de julio de cada año como el Día del Pollo a la Brasa. El año 2010 se determinó que
en el Perú se vendían más de 371 millones de unidades de este plato, lo cual
aproximadamente equivaldría a unos 100 millones de dólares. Desde el año 2010, el Instituto Nacional de
Estadística e Informática incluye el consumo familiar de pollo
a la brasa en el cálculo de la canasta básica familiar debido a su importancia
en el presupuesto familiar.
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